El "Informe de la Profesión Periodística 2013" realizado por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha revelado que desde 2008 se han perdido 11.151 empleos y que 284 medios han cerrado.
Está claro que la crisis económica y la revolución tecnológica han puesto patas arriba las bases sobre las que ha funcionado el periodismo en las últimas décadas. Pero, simultáneamente, han surgido nuevos medios que aspiran a seguir haciendo el periodismo de siempre con nuevas fórmulas bajo el control de los propios periodistas. Y esto es una buena noticia.
El Informe recoge una lista de 300 medios de información y otros proyectos periodísticos (265 medios y 35 otros proyectos periodísticos) creados por periodistas a partir de 2008. Se trata de un fenómeno mediático que poco a poco se está configurando y que reviste una gran importancia para el conjunto del colectivo de periodistas. Estas iniciativas me parecen admirables y loables pero también complejas, ya que son experimentos sin un modelo de negocio claro, tal y como ya analicé en el post "Reiniciando el periodismo... a ciegas".
Para seguir apoyando esta tendencia con claves e ideas constructivas, recupero un debate que organizaron Eldiario.es y Alternativas Económicas en enero y que contó con unos ponentes de lujo de dos generaciones de periodistas: Iñaki Gabilondo, Soledad Gallego-Díaz (El País), Ignacio Escolar (eldiario.es) y Pere Rusiñol (Alternativas Económicas). Moderó el encuentro Patricia Fernández de Lis, directora de Materia.
Os recomiendo verlo entero pero, por si os sirve, a continuación extraigo las ideas que me han parecido más interesantes y algunas de las claves que se señalaron:
Respecto al modelo de negocio y características de los nuevos medios:
- El periodismo no ha muerto, las empresas periodísticas sí. Esto se ve en que las grandes se están intentando transformar, muchas empresas están muriendo y también están surgiendo muchas nuevas, como señala el informe de la APM.
- La posibilidad de que los periodistas puedan crear sus propias plataformas es una oportunidad real, a pesar de la falta aún de un modelo de negocio. Pero eso implica actuar y comprometerse. A los periodistas les toca remangarse y crear plataformas para seguir haciendo periodismo y a los ciudadanos les toca comprometerse, si quieren periodismo independiente y que sirva a la democracia. Eso quizás implique pagar.
- Hay que poner en el centro lo humano. Antes, el ciudadano iba a por el periódico al quiosco, ahora es el medio el que tiene que buscar y llegar a la gente. Así, la nueva realidad periodística exige retomar la mirada social y humana. Propiciar de nuevo el encuentro del periodismo con la sociedad
- Existe el peligro de que los grandes medios encuentren el nuevo modelo de negocio en la mezcla de periodismo, comunicación y marketing. Al respecto, citan el libro "Periodismo postindustrial: adaptación al presente" que alerta de que el peor escenario sería que los "dinosaurios" no se adaptaran y desaparecieran y que los nuevos no lleguen a coger fuerza. Este panorama general significaría un periodismo debilitado. La otra amenaza es que los medios los compren grandes empresas como Amazon, con intereses en muchos sectores, porque pueden amenazar su naturaleza e independencia.
- Para que eso no pase es importante que en estos nuevos medios se le dé especial importancia a: 1) La propiedad de los medios; y 2) Que alguien pague por la información. Que la propiedad este controlada por periodistas es fundamental para la independencia.
Respecto a la misión y valores del periodismo y de los medios:
- El periodismo, como profesión, sigue siendo necesario y quizás lo es más que nunca. Lo que ha desaparecido es el modelo de negocio que sustenta la profesión.
- Una de la funciones actuales del periodismo es la de actuar como "potabilizador" ante la "inundación" de información y contenidos que significa Internet. Durante un tiempo se pensó que el periodista ya no iba a ser necesario ante la información disponible en Internet y se está viendo que es al revés. Que, precisamente, esa cantidad ingente de información necesita de profesionales que la seleccionen, la verifiquen, la contextulicen... Para que sea una información "potable" y, por lo tanto, útil y beneficiosa.
- Se ha perdido el tiempo en debates absurdos como lo del papel y las dos generaciones de periodistas (analógica y digital).
- La palabra básica para el periodismo es independencia. Y el reto y la clave es cómo se consigue y asegura. Cómo conseguir que el periodismo se financie respetando la independencia de la redacción. Porque eso es lo que pone de verdad en peligro la profesión, no las nuevas tecnologías. Se cuestionan las fórmulas que plantean financiarse como una ONG porque asocian periodismo a caridad. Según los ponentes, lo importante es conseguir empresas solventes, sostenibles e independientes. La gran pregunta entonces es cómo conseguir que la gente pague, no que done. Cómo conseguir que vean la información como un bien útil para el ciudadano. Que estar bien informado es ventajoso. Que la buena información tiene un atractivo comercial y además de democrático.
- Para ganarse esa confianza de los ciudadanos, la fórmula parece que es: honestidad + constancia + transparencia.
- La clave parece ser que reside en que un medio de comunicación sea siempre un proyecto intelectual y no un proyecto financiero con una excusa intelectual. Esto significa que puede estar apoyado por periodistas y también por empresas, pero siempre que pongan el proyecto intelectual por delante. En esta cuestión se sitúa el peligro de que los grandes consorcios sean los dueños de los medio, porque entonces el proyecto intelectual ya no es el fin sino el medio.
- Para que el medio sea un proyecto intelectual, hay que tener una gran capacidad intelectual detrás, es decir, buenos profesionales y comprometidos. También es importante que el capital intelectual del país apoye y se una a estos nuevos medios, buscar esas alianzas. Y todo eso dentro de un campo socio-político refrescado, es decir, el futuro del periodismo no es algo aislado a la regeneración socio-político-cultural, al contrario, forma parte necesaria de ella.
- Las nuevas empresas periodísticas que tengan éxito y capacidad de influencia se van a ver interpeladas por el poder político y económico. El éxito implica posibilidad de corrupción, por tanto, o de ver amenazada la independencia. Recomiendan no olvidar este punto y poner un cartel bien grande en las redacciones que diga: "Cuidado, estamos teniendo éxito".
- Respecto a la formación y oportunidades de los profesionales, alertan de que con los EREs, etc. se están perdiendo los maestros dentro de las redacciones. El periodismo es un oficio y, sin los maestros dentro, la empresas-escuela en la que se curtían y formaban de verdad los periodistas se están perdiendo. Ante este panorama, sugieren que también existe la posibilidad de buscar a esos grandes maestros y proponerles nuevos proyectos que combinen ambas generaciones.
- El/la periodista del futuro es mono-temático y multimedia (en el sentido de manejar las narrativas y las tecnologías de los diferentes medios).
Y termino con una reflexión propia adicional. En Coaching he aprendido que la manera de gestionar la rabia es con dos declaraciones: "Así no" y "Así sí". Es decir, hay que denunciar lo que no nos gusta y las injusticias pero también proponer soluciones o cómo nos gustaría que fueran las cosas. Y son las dos, no vale sólo con decir lo que no nos gusta. Hay que construir.
Por eso, por coherencia y por compromiso con el futuro del periodismo y por la regeneración democrática y social, mi "Así sí" de hoy ha consistido en hacerme socia de eldiario.es. Lo valoraba desde hacía mucho tiempo pero estas reflexiones me han convencido de que ya no vale solo quejarse de los medios y dejar de verlos, como declaré en el post "Por qué ya no veo los telediarios". Si queremos que haya futuro para el periodismo y los periodistas, también es necesario que apoyemos a los que se arriesgan y comprometen.
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